Comúnmente utilizada para describir un estado cuando alguien está “de los nervios” y orientada, generalmente, al público femenino. La histeria tiene una larga historia entre nosotros, digna al menos, de conocer.
¿Qué es la histeria?
Es un tipo de neurosis, un problema psicológico sin causa orgánica que tiene su máxima expresión en la somatización del cuerpo. Se supone que ese conflicto psíquico encuentra su principio en la etapa infantil y se trata de un compromiso entre el deseo y la defensa.
La histeria es un mecanismo de defensa. Es el resultado de la represión de los deseos sexuales perversos, en la que se produce una conversión de la libido en afecciones físicas y mentales.
Origen de la histeria
En la antigüedad se creía que era una enfermedad causada por un mal funcionamiento del útero y por eso se daba sólo en las mujeres. Más adelante se le asigno un carácter demoniaco. Y comenzó a cobrar sentido con los estudios de Charcot y de Freud.
No existen pruebas estandarizadas con las que se pueda diagnosticar. En primer lugar, deben descartarse todas aquellas enfermedades de causa orgánica, aunque ese descarte no es suficiente para el diagnóstico por sí sólo.
Síntomas de la histeria
Según Freud, los síntomas son actos perjudiciales o no válidos para la vida que, además, la persona alega estar sintiendo en contra de su voluntad, y que le causan un intenso sufrimiento en su vida diaria.
Por lo tanto, los síntomas serían el símbolo visible de los deseos reprimidos de la vida íntima de la persona y de su sexualidad infantil. Veamos cuáles son los más característicos:
- Parálisis del cuerpo
- Pérdida de memoria
- Convulsiones o tics
- Miedos o fobias
- Trastornos del habla
- Alucinaciones
- Ceguera
- Problemas digestivos
- Afonía
¿Cuál es la causa de la histeria?
Freud alega que su origen claramente se encuentra en la psicosexualidad de las personas, concretamente en la infancia. Refiere que la represión es la que desempeña el mecanismo de la histeria.
No obstante, la causa de la histeria engloba varios factores. No desemboca únicamente por la vivencia de una experiencia traumática, sino que puede ser el conjunto de recuerdos o sucesos, la cooperación de varias experiencias.
Características de la histeria
Para Freud la neurosis es el resultado de un conflicto entre el yo y el ello y esto deriva en cuatro características.
- La represión en la que el yo no quiere dar rienda suelta a una pulsión que viene desde el ello. Pero al reprimirse no desaparece, sino que se convierte en un síntoma.
- La sustitución se trata de que cambiamos la pulsión por el síntoma. Pero el yo sigue su lucha, ahora con este último y se produce lo que diríamos neurosis.
- Somatización no es lo mismo que neurosis histérica. Porque no son síntomas físicos sino la forma en la que se presentan e interpretan.
- El malestar: no sólo sufren sintomatología física, sino que a nivel psicológico implica un gran sufrimiento que las mismas personas describen como gran angustia y ansiedad.
La histeria en psicología
La histeria dejó de aparecer como trastorno en sí mismo en la tercera edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM). Hoy en día forma parte de los trastornos somatomorfos no especificados y, además, constituye una serie de características propias de un trastorno de personalidad.
La susceptibilidad infantil es para muchos autores la característica principal de la histeria. En la práctica, la persona, nunca considera suficientes las muestras de amor y cuidado por parte de su entorno y, por lo tanto, se siente siempre insatisfecho.
La identificación, es otro de las grandes características. Consiste en la imitación o incluso llegar a atribuir como propios rasgos o síntomas de otras personas -que idolatran o que celan-.
Tratamiento de la histeria
Puede ser tratada desde diferentes perspectivas, aunque también suele ir en concordancia el tratamiento con la forma de entenderla que se tenga.
Así mismo, siguiendo los estudios de Freud escogeríamos el psicoanálisis.
Psicoanálisis
Concretamente con la técnica de la hipnosis. Así como Charcot utilizaba el método hipnótico para para llevar a la consciencia contenidos mentales que hasta ese momento se mostraban inaccesibles, Freud la utilizaba para averiguar la historia de origen de su síntoma, que la persona no era capaz de ubicar en estado de vigilia.
El tratamiento desde el psicoanálisis es ese, en sí mismo. La cura se encuentra en la elaboración de la historia vital por el que surge la histeria y en la comprensión del mismo.
Otras psicoterapias h3
Terapia cognitivo-conductual, TREC terapia racional emotiva conductual o Logoterapia – técnica de la reflexión e intención paradójica-, son otras utilizadas en el tratamiento de la histeria.