Todos hemos sentido celos alguna vez, realmente se trata de una emoción que genera un gran malestar en la persona que lo sufre, y que no aportan, cuando se trata de celos patológicos, ningún beneficio a la relación entre dos personas.
¿Qué son los celos?
En este caso, hablaremos de los celos que se pueden dar en una relación amorosa. Es importante puntualizar, ya que pueden existir celos en todo tipo de vínculos como, por ejemplo, entre hermanos.
Generalmente los celos forman parte de las relaciones de pareja, de diferente forma, intensidad y frecuencia. Por eso, podemos diferenciar entre dos tipos de celos.
Celos adaptativos
Comenzar con una relación sentimental produce un cambio en la vida de una persona, igual que un cambio de trabajo, de domicilio o cualquier otra cosa que resulta de importancia en nuestra vida diaria.
Como es normal, existe un proceso de adaptación y al forjarse un vínculo nuevo que nos produce bienestar, pueden aparecer ciertos miedos a perder a esa persona.
Siempre y cuando formen parte de una etapa de la relación mientras se produce el proceso de asentamiento, confianza y seguridad, podemos identificarlos como celos adaptativos.
Celos patológicos
Esto ya es otro cantar. Los celos patológicos aparecen con o sin motivo, ya que generalmente tienen más que ver con las ideas preconcebidas de la persona que los sufre, con las posibilidades que existen de que algo malo ocurra y con lo que podemos llegar a imaginar que pasará.
Producen un gran desasosiego y malestar en la persona que tiene preocupaciones constantes a cerca de la relación y le generan normalmente, gran ansiedad. Además, suelen aparecer distorsiones de la realidad.
Síntomas de los celos
Los celos son un tema peligroso porque sus síntomas no siempre son catalogados por la persona que los siente como algo negativo.
Desgraciadamente, las películas, entre otras cosas, han hecho que tengamos como ciertas, asociaciones que son erróneas. Como por ejemplo pensar que los celos son una demostración de amor, y que si no los sientes es porque no tienes el suficiente interés en esa persona.
Veamos cuáles son los síntomas más típicos y significativos a distintos niveles, para que te sea más sencillo identificarlos en ti mismo o en tu pareja, y puedas en tal caso, ponerles solución.
A nivel cognitivo
- Pensamientos recurrentes respecto a la fidelidad de tu pareja.
- Distorsiones de la realidad a cerca de los comportamientos de esta.
- Imaginaciones sobre cosas que no han ocurrido.
- Dar por hecho o por ciertos, pensamientos y no hechos objetivos.
- Miedo a perder a la persona o el vínculo que os une.
- Compararse con otras personas que crees que pueden suscitar el interés de tu pareja.
A nivel conductual
Conductas de control como, por ejemplo:
- Revisar el móvil o redes sociales de tu pareja.
- Mantener el contacto de forma constante.
- Supervisar las rutinas y acciones del día a día de tu pareja.
- Querer saber en todo momento dónde está o qué está haciendo.
- Preguntarle a cerca de sus salidas y cuestionar lo que no te cuadre.
Prohibiciones como no hablar con ciertas personas o no ir a ciertos sitios.
Chantaje emocional para conseguir el control o las prohibiciones mencionadas anteriormente.
A nivel emocional
- Altos niveles de ansiedad
- Miedo, incertidumbre y desconfianza
- Sensación de vulnerabilidad
- Suspicacia y sospecha
- Malestar e irritabilidad
- Inestabilidad emocional
Causas de los celos
Puede que ésta sea la parte más interesante de todo el artículo ya que considero, que aquí radica el quid de la cuestión y que, generalmente, es dónde se produce más confusión.
¿Por qué sucede esto? Normalmente tendemos a pensar que los celos tienen que ver con la otra persona. Es decir, que la causa es ajena a nosotros mismos, y viene de la actitud o conducta de nuestra pareja.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad, los celos tienen que ver con uno mismo. Con el nivel de confianza, seguridad, autoestima y valor que nosotros seamos capaces de darnos.

Es más, incluso aunque nuestra pareja estuviese realizando conductas que podrían dar lugar a celos “con todas las de la ley”, si nosotros mismos tuviésemos unos niveles óptimos de todo lo anterior, nos serviría para tener una conversación incómoda al respecto para intentar solucionarlo, si es lo que queremos, o para tomar otra decisión si así lo deseamos.
Pero no sentiríamos celotipia, o al menos no durante mucho tiempo e intensidad, si conseguimos, entre otras cosas, valorarnos a nosotros mismos, saber lo que queremos y lo que no, y vencer el miedo que nos puede suponer tomar una decisión para conseguirlo.
¿Cómo gestiono mis celos?
Si has intentando gestionarlos por ti mismo/a sin éxito no te frustres, es algo normal. El siguiente paso es dejarte guiar por un profesional que te eche un cable.
En La psicóloga del segundo somos especialistas en terapia de pareja y también todo lo que tiene que ver con la misma a nivel individual, como por ejemplo, los celos.
Trabajamos desde una perspectiva cognitivo-conductual aunque utilizamos técnicas de modificación de conducta, gestión emocional, cambio de pensamientos, estrategias de aumento y refuerzo de la autoestima, etc. Cada día que pasas sintiendo celos, es uno que pierdes de no sentirlos, ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos.