La tricotilomanía es la acción de arrancarse pelo. Puede ser pelo de cualquier parte del cuerpo, incluso la zona de donde se arrancan el pelo puede variar con el tiempo. Lo más habitual es que sea pelo del cuero cabelludo o de las cejas o pestañas.
Definición de tricotilomanía
La tricotilomanía es un trastorno clasificado por el DSM V dentro del grupo de trastorno obsesivo compulsivo y otros trastornos relacionados; que se define como: “arrancarse el pelo de forma recurrente, lo que da lugar a su pérdida”.
Lo clasifican dentro de los trastornos obsesivo compulsivos porque se trata de una conducta compulsiva. Esto significa que generalmente, aunque intenten evitar hacerlo, no lo consiguen y que, además, les produce sensación de bienestar.
Por lo anterior, también es considerado un trastorno del control de los impulsos ya las personas que lo padecen son incapaces por sí mismas de detener o disminuir ese comportamiento.
¿A quién afecta la tricotilomanía?
La prevalencia anual de tricotilomanía según los datos de la American Psychiatric Association fluctúa entre el 1 y 2 por cierto de la población general adolescente y adulta.
Al parecer, el 90 % pertenece al género femenino. No obstante, existen hipótesis que alegan que la prevalencia realmente está bastante igualada y que el desequilibrio se produce porque son las mujeres las que, generalmente, piden ayuda.
Esto ocurre porque a nivel social y cultural, es mucho más difícil de gestionar emocionalmente la alopecia o la falta de cabello en mujeres que en hombres, porque está menos aceptada socialmente.
Tricotilomanía en niños
Cuando este trastorno se presenta en niños suele darse entre los 5 y 8 años de edad.
Suele ser de carácter transitorio y tiende a desaparecer por sí sólo, pero es importante vigilarlo ya que en caso de que continúe en la edad adulta puede convertirse en un problema de mayor gravedad.
Tipos de tricotilomanía
Existe una clasificación principal en función del nivel de conciencia que tenga la persona que la padece, sobre los comportamientos que lleva a cabo, esto es:
- Automático: la persona realiza la conducta en piloto automático. No es consciente en ese mismo momento de lo que está haciendo porque realiza el comportamiento de arrancarse el pelo mientras está centrado en otra actividad como por ejemplo pensar o estudiar.
- Consciente: la persona es completamente consciente de la conducta que está realizando. Es más, está concentrado en ella. A veces incluso, en hacerlo de determinada manera, o de esconderse para que no le vean, pero no es capaz de evitar el impulso de hacerlo.
Síntomas de la tricotilomanía
- Calvas
- Menor densidad capilar
- Encontrar cabello en sitios poco habituales
- Utilizar gorros o sobreros para evitar que se vea
- Esconderse o pasar mucho tiempo en el baño
- Rituales con el cabello como buscar un tipo determinado, enrollarlo o morderlo
- Otras conductas compulsivas como morderse las uñas o rascarse la piel
Causas de la tricotilomanía
No existe una causa exacta para este trastorno que explique su aparición o mantenimiento. Sin embargo, podemos hablar de dos hipótesis que son las más marcadas como posibles:
- Aburrimiento, cansancio, sedentarismo, relajación o distracción: conducta repetitiva que realizas de forma motora, cuando tu cabeza está trabajando o concentrada en otra cosa. Esta causa suele ir asociada al tipo de triocotilomanía que se produce de forma automática. Es una conducta en segundo plano, a la que no se le está prestando atención.
- Alivio de la ansiedad: o más concretamente “sensación de alivio de ansiedad”. El estrés y/o la ansiedad es la otra hipótesis con más peso como causa de la tricotilomanía y además, está vinculada más a la que se da de forma consciente. Relacionada con las conductas de ocultación y ritual para arrancarse el pelo.
Tratamiento de la tricotilomanía
Como hemos mencionado anteriormente, en el caso de los niños es fundamental realizar un diagnostico específico y personalizado.
Es importante porque, dependiendo de las circunstancias, será más beneficioso intervenir de forma inmediata -por ejemplo, si al niño e está creando complejo físico- o supervisar su evolución porque es probable que remita por sí solo.
Esto, al fin y al cabo, depende de las características concretas del caso. La edad del niño, la causa aparente, las repercusiones que está teniendo -si las hubiera-, etc.
Enfoque cognitivo-conductual
Este enfoque, concretamente la terapia de reversión de hábitos, ha demostrado ser el más eficiente para el tratamiento de la tricotilomanía.
En primer lugar, el psicólogo debe determinar si se trata de extracción automática o consciente y a partir de ahí realizar un análisis funcional para conocer cuando y por qué realiza la conducta compulsiva.
Por último, comienza la intervención a nivel cognitivo-conductual con objetivos como el trabajo en habilidades de afrontamiento de emociones negativas, gestión del estrés y la ansiedad, etc y búsqueda de conductas alternativas a la conducta compulsiva.